Claudia Vázquez es una pequeña empresaria mexicana de 52 años que tuvo que reinventar su visión de emprender en la vida, para solventar los gastos del mes junto a su madre, Doña Celina Centeno. Gracias a esto, ahora brinda empleo a otras mujeres mayores que se quedaron sin una oportunidad de trabajo, debido a la discriminación por su edad.

Desde que llegó a Chicago en 1995, la vida de Claudia ha estado marcada por muchos desafíos, primeramente le toco adaptarse a una nueva cultura que la llevó a una depresión durante unos meses, seguido de la muerte de su padre en 2010.

“Antes de que mi padre muriera, yo ya no tenía un trabajo estable. Las agencias de empleo sólo me llamaban para trabajar dos o tres días a la semana y con eso no se hacía mucho. Durante la enfermedad de mi papá, yo lo llevaba a las citas de diálisis al hospital y cada vez me daba cuenta de la importancia de ser un apoyo económico para mi madre. Fue entonces cuando empecé a buscar oportunidades de trabajo fuera de las fábricas”, recuerda Claudia.

 Motivaciones y desafíos

Cuando murió su padre, Claudia se dio cuenta de que a Doña Celina (su madre) se le hacía difícil encontrar trabajo debido a su edad, y fue en esa difícil etapa en que finalmente, encontró una oportunidad laboral dentro de New Life Centers en La Villita. Tanto doña Celina como su hija Claudia empezaron realizando las labores de la limpieza del edificio de la iglesia y New Life Centers en La Villita. Desde entonces, han permanecido juntas no solo en el trabajo, sino también en el ministerio, sirviendo a Dios.

Poco después de estar a cargo de la limpieza, Claudia empezó a idear estrategias para trabajar por cuenta propia junto con su madre, Doña Celina. En 2013, lo que comenzó como un sueño se convirtió en una realidad. Claudia inició su propia empresa bajo el nombre de “Dulce Corazón Decorations”. Inicialmente, ellas empezaron brindando servicios de decoración para eventos de personas conocidas, mientras también se dedicaban a la limpieza en las oficinas y edificio de New Life Centers e iglesia. “Siento que ha sido Dios quien nos ha dado el propósito de continuar aquí”, Nos relata Claudia, con mucha satisfacción de apoyar a estas personas.

En los primeros meses de empezar su negocio, Claudia tenía ciertos temores de aventurarse en el establecimiento de su propio negocio, pero su madre fue el motor que la motivó e inspiró a no darse por vencida y animarse a esta nueva aventura. “Yo siempre digo que si tienes miedo, el miedo te paralizará, y nunca sabrás hasta dónde puedes llegar si no experimentas por ti mismo, o si las cosas te saldrán bien o no”. hay que dejar los temores atrás”, puntualiza Claudia.

A los pocos meses de haber creado su empresa, Claudia empezó a asesorarse y conocer sobre las normas y procedimientos importantes para las sociedades de responsabilidad limitada en el país, lo que le ayudó a hacer un uso adecuado de sus finanzas y de la gestión del personal. “Cuando abrí la compañía también entendí que debía llevar una contabilidad bien ordenada. Me recomendaron pagar impuestos cada trimestre del año para no acumular un monto grande al final del año y evitar sanciones económicas. También aprendí sobre algunos aspectos legales de la administración de empresas para aplicarlos en mi compañía”,nos explica Claudia.

Los rostros detrás del trabajo

Pasaron los años y Claudia se motivó en hacer crecer su negocio, tanto en la gestión de la limpieza como en la decoración de eventos. En el 2020 empezó a tener la suficiente demanda para comenzar a emplear a más personas. Durante ese tiempo, conoció a la señora Josefina, quien estaba pasando por una difícil situación, por lo que decidió ofrecerle una oportunidad laboral para apoyarla. Josefina había llegado recientemente de México como refugiada huyendo de algunos incidentes de violencia. “Recuerdo haber visto a Josefina llorando en el parque porque no tenía trabajo y acababa de llegar. Me conmovió el corazón verla en esa situación. Como ya empezábamos a tener un poco más de eventos, le dije: “Te voy a ofrecer trabajo, no es mucho lo que te puedo ofrecer, pero al menos puedes ayudarte”. Ella aceptó y se adaptó muy bien al trabajo”.

Claudia nos cuenta que, poco a poco, la demanda de eventos se iba incrementando y ya estaba buscando a otra persona para su equipo. Fue entonces cuando se incorporó la señora Lucy. Su historia la impactó tanto que decidió ofrecerle el trabajo. “Una de las historias que más me ha cautivado de las señoras que trabajan conmigo es la de Lucy. Su esposo sufrió un accidente en el trabajo y lamentablemente ya no pudo seguir trabajando debido a las lesiones que sufrió. Esto hizo que la mayor parte de los gastos del hogar y el pago de servicios (billes) recayeran sobre ella”, nos relató Claudia. Claudia nos cuenta que otra de las cosas que le llena de mucha satisfacción, es haber apoyado a Lucy con este trabajo en un momento indicado. Claudia también agrega que valora mucho la labor que Lucy realiza para sacar adelante el hogar y apoyar a la familia.

Otra situación similar ocurrió con la señora Mary, otra señora que colabora en el equipo de Claudia. A doña Mary la conoció durante la entrega de alimentos en la despensa que ofrece Pan de Vida. “Recuerdo haber conocido a Mary justo cuando había perdido a su esposo. Ella estaba muy deprimida y lloraba. Mi madre me habló de ella, así que la invité a trabajar en nuestro equipo y apoyar con la limpieza en New Life Centers y en los eventos. Desde el principio me di cuenta de que ella tenía muchas ganas de trabajar. Ahora puedo ver que ella ya es una señora autosuficiente, gana su propio dinero y no tiene que depender únicamente de lo que sus hijos adultos le puedan dar”.

Claudia agrega que su historia la ha ayudado a ser una persona sensible hacia las necesidades de los demás. “Estas cosas son las que me impactan mucho y me motivan a seguir luchando para apoyar a que estas mujeres sigan contando con un trabajo. Sé que cualquier esfuerzo vale la pena”.

La más reciente incorporación al equipo de trabajo, fue la de su hermano, quien también sufrió lesiones en su trabajo anterior, dejándolo incapaz de levantar objetos pesados. “Recuerdo que mi hermano estaba muy deprimido y entre lágrimas me preguntó si podía darle una oportunidad laboral. Por supuesto que acepté y se la dí”.Nos relata Claudia, con mucha satisfacción de apoyar a estas personas.

Metas a futuro.

Claudia cuenta actualmente con un total de 6 personas en su equipo de trabajo. Su objetivo para los próximos dos años es hacer crecer las áreas de su negocio: decoración, eventos y servicios de limpieza. “Mi objetivo es hacer crecer un poco más el equipo de personas y mejorar los procesos de pago para los empleados. También me gustaría que otras empresas se dieran cuenta de considerar a las personas mayores para los puestos de trabajo. No debemos discriminarlas ni rechazarlas”. puntualizó Claudia.

Uno de los mayores deseos de Claudia, es seguir apoyando a otras personas en situaciones vulnerables porque está convencida de que Dios tiene un propósito en su vida a través de esta labor que realiza.

Voluntaria en la despensa de alimentos Pan de Vida

Además de apoyar a New Life Centers con la limpieza y la organización de eventos con diferentes clientes, Claudia ha sido voluntaria en la despensa de alimentos “Pan de Vida” durante 13 años. Su tiempo allí tiene un impacto significativo. Algunos días a la semana, Claudia recolecta las donaciones de empresas, las que posteriormente son distribuidas para apoyar a las familias de Chicago en Pan de Vida..

Un mensaje de esperanza

Claudia anima a otras personas a emprender sus propios negocios y seguir adelante y afrontar los retos, sin importar los temores. “Mi mensaje de esperanza es que la gente sepa que siempre hay un Dios que nos cuida y nos bendice. Si sueñas con emprender, no tengas miedo de innovar e intentarlo. De lo contrario, tu miedo nunca te llevará lejos y te mantendrá paralizado. Sigue adelante porque Dios siempre va contigo”, Concluye Claudia.